El deporte se rinde en la guerra contra las drogas.– Publicado en Diario AS. (11/11/2020)

El valor del deporte – Gonzalo Jiménez

La Agencia Mundial Antidopaje rebaja las sanciones por marihuana, cocaína, heroína y éxtasis cuando se considere positivo fuera de competición.

Siempre hablamos de los valores del deporte, de lo importante que resulta la integridad de las competiciones, el comportamiento impecable de los deportistas y de su carácter ejemplarizante. Nos vanagloriamos de dichos valores y sobretodo de lo importantes que resultan para los más pequeños, para nuestros niños. Incluso en la última entrada en “El valor del deporte” tratábamos la cuestión de las apuestas y cómo el gobierno buscaba reducir la influencia de las mismas a través de la publicidad en el deporte.

Es en este escenario idílico, en el que encontramos que la Agencia Mundial Antidopaje, no se ha parado en peccata minuta y ha decidido reducir la sanción de todas estas drogas aplicando un criterio, cuando menos difícil de discernir como es la intencionalidad. La Agencia afirma que «en la sociedad se abusa de ellas con frecuencia en contextos distintos de los deportivos».

 

 

 

El nuevo Código de la Agencia Mundial Antidopaje entrará en vigor el 1 de enero de 2021 y plantea la peligrosa diferenciación entre las “sustancias de abuso” o de carácter social y las de doping deportivo. A partir de la entrada en vigor de este código los positivos que se den fuera de la competición no se consideraran dopaje.

En 2009 el tenista francés Richard Gasquet y en 2016 el campeón mundial de salto de pértiga Shawnacy Barber, evitaron sus correspondientes descalificaciones por cocaína, argumentando quehabían besado a una chica que lahabía consumido. A partir de enero el siguiente deportista en esta situación podrá evitar explicaciones tan peregrinas y reconocer que se metió unas rayas con carácter lúdico. Se acabaron los solomillos contaminados, las infusiones con hojas de coca o los protectores labiales ricos en esteroides y otras historias de similar calado, ya que únicamente hay que justificar que la intencionalidad no era la de mejorar el rendimiento físico.

 

 

 

La lucha contra el dopaje ha visto lo difícil que es perseguir este tipo de consumo y ha optado por una estrategia de «ojos que no ven, corazón que no siente». Para saber si un positivo es sancionable, el matiz a tener en cuenta será únicamente discernir cuando se ha tomado la sustancia y deducir así si tenia intencionalidad de mejorar el rendimiento deportivo o no.

Para comprobar a qué se refiere está política antidopaje con «fuera de competición» y ser así considerado consumo social permitido nos remitiremos a dicho código. Dicho periodo comienza a las 23.59 del día anterior a la celebración de la competición en la que participa el deportista y termina al finalizar el control antidoping del día de competición, con lo que tras la previa dosis del día anterior, antes siquiera de que el “vampiro” salga de la habitación se puede volver a consumir sin graves consecuencias.

¿Cómo de graves? Tomando de referencia el mediático caso de Maradona en 1991 por el que fue suspendido 15 meses en la Liga italiana por consumo de cocaína, ahora en 2021, su sanción se encontraría entre 1 y 3 meses.

Las presiones para ser más laxos con el consumo de determinadas drogas, principalmente marihuana llevan años sobre la mesa, recientemente la NBA reconoció haber permitido su consumo en la «burbuja» y se han mostrado abiertos a admitirlas de manera permanente en su convenio colectivo. Es una de las principales modificaciones que grandes estrellas como Kevin Durant plantean abiertamente ya que en Estados Unidos el consumo de esta sustancia está permitida en la MLB de Beisbol y la NHL de hockey hielo, pero la Agencia ha ido a por todas incluyendo a «grandes fichajes» como la cocina o la heroína.

 

 

Podremos discutir si altera o no el resultado de la competición, pero lo que sí podremos tener todos claro es que lo que sé está propiciando es el escenario perfecto para tener una gran cantidad de deportistas adictos. Teniendo en cuenta que algunos estudios afirman que cerca del 80% de los deportistas acaban arruinados, seguramente este nuevo, normalizado y aceptado habito no ayude mucho a reducirlo.

En marzo de 2016 María Sharápova anunciaba que había dado positivo en meldonium, una sustancia que llevaba consumiendo desde 2006 hasta 2015 sin ningún problema, hasta que en enero de 2016 se incorporó a la lista de sustancias prohibidas. Sharápova nunca oculto su consumo de meldonium cómo reconoció el propio TAS al reducir su sanción de dos años a 15 meses admitiendo que lo tomó “de buena fe, con la creencia de que era apropiado y compatible con las reglas y sus obligaciones antidopaje”.

 

 

 

Por supuesto la norma es la que es como la propia Sharápova admitió desde el primer momento, pero el escarnio publico no se hizo esperar ni la perdida de patrocinios millonarios como el de Tag Heuer, Porsche o Nike que sin muchas dudas afirmaba en su momento “hemos decidido suspender nuestra relación con ella mientras continúe la investigación”. Hasta laONUsuspendió a Sharápova como embajadora sin pensárselo por un error sin mala fe. Más le hubiera valido consumir cocaína entre partido y partido.

Esta nueva dirección en materia de dopaje atenta contra la salud de los deportistas, contra la educación y por supuesto contra los mismos valores del deporte normalizando una conducta que es una autentica lacra social.

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