¿Cómo está siendo acogida la nueva reforma entre los veteranos y los principiantes en el sector?

Autor: Leire Murillo Rubio – Legal Associate Above Sport Associates.

El pasado mes de abril Above Sport junto con la colaboración del Diario AS organizó un evento inédito en el sector de los representantes de futbolistas. En el Foro de «Agentes y Representantes de Futbolistas» tuvimos el privilegio de contar con los principales agentes y profesionales de las agencias más destacadas del momento en nuestro país.

El encuentro, dividido en dos mesas, fue moderado por Gonzalo Jiménez, Dircom y Legal & Compliance Manager de Above Sport. En la primera mesa tuvimos el lujo de contar con las intervenciones de Álvaro Torres (Director de You First Sports), Alberto Domínguez (Coordinador de Sports and Life) y José Rodríguez Baster (Fundador de Promoesport). Los representantes de las principales agencias nacionales nos dieron su visión del sector ante la nueva regulación que se avecina por parte de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación), cuya entrada en vigor será el 1 de enero del próximo año 2022.

En la segunda mesa del evento los participantes fueron los famosos y experimentados agentes de futbolistas Kenneth Asquez y Ginés Carvajal y el presidente de la AEAF (Asociación Española de Agentes de Futbolistas), Pedro Bravo. Estos grandes representantes con décadas de práctica a sus espaldas en el sector nos dieron su visión sobre la importancia de la experiencia en el mismo. Destacaron la necesidad de una preparación académica adecuada, pero sobre todo hicieron hincapié en la relevancia de conocer en profundidad el mercado y de hacer contactos dentro del mismo, así como el mero hecho de tener suerte. Todo ello debido a que las reformas que plantea la FIFA dificultan el ser agente en estos momentos.

Lo cierto es que la FIFA se encuentra a las puertas de culminar una nueva regulación en la materia, más controlada y profesional. Ello después de que la reforma acometida en 2015 (tras sus anteriores en 1994 y 2008) supusiese un fracaso, dando lugar a una desregulación del sector y restando profesionalidad a una materia especialmente compleja. Consecuencia de la misma, el número de agentes aumentó considerablemente debido a las facilidades para iniciarse en el desarrollo de su trabajo, lo que dio lugar a que familiares y allegados de los futbolistas ejerciesen como tal sin una preparación adecuada a tal fin; la posibilidad de negociar libremente con menores de edad o la incapacidad del ente rector para entrometerse en las disputas legales relativas a agentes. Además, el rendimiento económico derivado de su actividad en 2019 llegó al máximo histórico en cuanto a ingresos por comisiones, rondando los 655 millones de euros, suponiendo un considerable porcentaje del negocio de traspasos entre clubes.

En este sentido, la reforma normativa viene a limitar en gran medida el libre acceso a la profesión y a la regulación de la actividad de la misma. El nuevo reglamento prevé regular los requisitos de adquisición de la condición de agente (la aprobación de un examen, la aportación del certificado de antecedentes penales, la suscripción de un seguro de responsabilidad, el pago de una tasa anual, etc.), las obligaciones para con la FIFA (como la obligación de reportar en el TMS o la acreditación de ausencia de conflicto de intereses), así como los derechos y obligaciones entre el agente y el cliente. De esta forma, se volvería a un sistema de licencia única válida de forma indefinida, siempre que se acredite anualmente el cumplimiento de los requisitos exigidos por FIFA.

La nueva normativa pone especial atención a la educación y formación de los agentes, con la intención de mejorar los estándares de calidad de sus servicios. Así, se prevé la obligatoriedad de acreditar una formación continua para la renovación de la licencia anualmente, que tiene previsto impartirse y acreditarse por medio de las federaciones nacionales.

En segundo lugar, el nuevo texto vuelve a utilizar la denominación de «agentes» en lugar de «intermediarios», lo que generaba cierta confusión terminológica, poniendo de nuevo el foco en los propios sujetos y no en la mera operación. Aspecto éste que destacaron en la primera mesa del encuentro, en la medida en que el agente se involucra tanto con el futbolista que no sólo supone un mero intermediario sino muchos más. Asimismo, amplía el ámbito de su actividad permitiendo el cobro por la intervención a favor de entrenadores o de asociaciones miembro.

En tercer lugar, la nueva normativa tiene el objetivo de evitar en gran medida los conflictos de intereses a través de la prohibición de intervención de un mismo agente a favor de distintas partes en el marco de la misma operación. Se permitirá únicamente la intervención de un mismo agente a favor de un determinado jugador y club adquirente en la misma transacción cuando se otorgue consentimiento expreso por ambas partes.

Uno de los puntos fuertes de la nueva normativa lo encontramos en relación a los menores, pues la reforma prevé levantar la actual prohibición que impide que los agentes sean remunerados en operaciones de contratación de menores, con un límite de al menos 16 años y de acuerdo a la respectiva normativa nacional en lo que se refiere a la contratación de menores de edad. A tal fin, los agentes deberán superar un curso sobre menores en la Plataforma online de la FIFA.

El aspecto más conflictivo, sin embargo, se encuentra en la limitación a las comisiones a percibir por los agentes, que se fijan en un 10% sobre el importe de la transferencia para agentes que actúen a favor del club vendedor; en el 3% sobre el salario del jugador a favor de quienes actúen en representación del mismo; y en el 3% sobre el salario del jugador a favor del que actúe en representación del club adquirente. Además, se amplía el abanico de posibilidades de remuneración a los mismos (comisión variable, pago fijo o mensuales, facturación por horas/días, etc.), debiendo realizarse por el propio cliente y efectuarse a través de la Cámara de Compensación de FIFA (Clearing House).

Finalmente, la nueva reforma prevé sancionar malas prácticas como los acercamientos o intentos de captar jugadores representados por otro profesional y con contrato de representación en vigor.

Con todo ello, es preciso destacar que, a pesar de esta regulación general, las federaciones miembro disponen de su propia normativa al respecto, que deberá seguir en gran medida las citadas directrices con las particularidades, además, que legislativamente pueda haber en cada estado. En el caso español, como destacaron los participantes, los agentes se encuentran en una situación de alegalidad, que les genera cierta desprotección. En España no hay una ley estatal que regule como tal esta profesión, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en Italia. Lo que crea problemas a la hora de generar el NIF (Número de Identificación Fiscal) en el IVA. No hay uno específicamente para los agentes de futbolistas, debiéndose usar por analogía el de agentes de espectáculos. 

Teniendo en cuenta todo lo que resaltan los veteranos en este ámbito, resulta interesante apreciar la opinión de quienes empiezan a dar sus primeros toques en el mismo. Nicola Pegoraro, un joven profesional del derecho deportivo cuyas prácticas profesionales se desarrollan en la AEAF, nos daba también su opinión al respecto indicando que le parece oportuno establecer ciertas limitaciones al acceso a la profesión, de manera que se pueda hacer una selección de agentes buenos y profesionales. «El problema será poner de acuerdo a todas las asociaciones y federaciones. Pienso que no será muy fácil que la FIFA pueda imponer sobre una ley italiana, en mi caso, la regulación de los agentes» nos decía Nicola.

Respecto a la dificultad de entrada al sector para los jóvenes en estos momentos, piensa que los contactos son muy importantes. Desde su experiencia ha podido comprobar que acercarse a un jugador o a sus padres presentándose con una buena formación y preparación adecuada puede ser atractivo para ellos, pero al final lo que interesa es que tengas contactos para subir de categoría o para tener un contrato más importante a nivel económico.

Hace especial relevancia en la dificultad actual de ejercer como agente independiente, sin ser parte de una agencia. Por ello, aconseja y resalta el trabajar con personas de referencia para empezar en el sector.

Finalmente, en cuanto al tema salarial, cree oportuno el establecer limitaciones en este sentido, aunque piensa que el problema nace en la difusión de la idea de que los agentes cobran mucho dinero y los clubes ceden en darles tales cantidades. Si los clubes se negasen sería otra cosa. Al final en cuestiones laborales todos queremos más, pero cree que todos deberíamos poner límites, tantos agentes como jugadores, clubes, gerentes deportivos, federaciones, etc., porque al final para mejorar este mundo todos tenemos que ceder y poner límites.

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