Wimbledon y su medida más extrema contra Medvedev y los tenistas rusos.– Publicado en Diario AS. (23/03/2022)

El valor del deporte – Gonzalo Jiménez

Presionar a Rusia, prohibiendo su participación en competiciones deportivas es un instrumento legítimo, cercenar libertades individuales y obligar a posicionarse es altamente irresponsable.

El conflicto militar entre Ucrania y Rusia es una de las principales preocupaciones para todos en las últimas semanas debido al alto coste humano que ha supuesto. Ver a miles de familias tener que abandonar sus casas y huir aterradas en busca de algo de seguridad, es algo que deberíamos haber dejado abandonado en el siglo pasado. Este conflicto golpea a todas las estructuras y ámbitos de la sociedad y por supuesto el deporte no se encuentra ajeno.

El deporte como siempre decimos es uno de los mayores altavoces de nuestra sociedad y ojalá en el deporte se lidiaran las actuales batallas sin recurrir nunca a otro tipo de acciones militares. La reacción del mundo ha sido categórica contra Rusia. Este país ha sido excluido de una manera tajante de todos campeonatos deportivos y he de decir que si bien existen algunos efectos colaterales, y aunque su amparo jurídico es en mi opinión dudoso, podemos aceptar y justificar estas sanciones al intentar ejercer la máxima presión sobre el régimen de Putin, a través de un sector tan mediático como es el deporte.

Evitar que los equipos nacionales rusos participen en estos campeonatos portando su bandera, es una sanción diplomática más a nivel diplomático y si bien es probable que ejerciera más presión reducir nuestra dependencia del gas a precios exorbitados que excluirles de Eurovisión, no entraré en ese debate político en este foro. En esta reflexión, de forma evidente, pero ahora de forma expresa dejaré claro que condeno esta invasión por parte de Rusia.

Ahora, dónde creo que debemos apuntar también el foco del debate es en la perdida de libertades que parece estamos todos dispuestos a asumir. La libertad de expresión y de pensamiento incluso no pueden estar en peligro en ningún caso, estas libertades deber ser una garantía por encima de cualquier conflicto y resulta incongruente criticar con absoluta razón que se están reprimiendo las manifestaciones en Rusia contra la guerra y prohibir cualquier posible manifestación en otro sentido. Incluso estamos dispuestos a dar un paso más allá y ni siquiera tolerar el no posicionamiento o silencio.

En las últimas semanas, he visto algunos casos llamativos que me vienen a la mente, el primero el de unos equipos de Hockey sobre Hielo en Rusia el SKA Neftyanik y el Dinamo de Moscú que formaban una “Z” en la formación de sus equipos en apoyo de su gobierno. En este mismo sentido encontramos a Ivan Kuliak, gimnasta ruso de 20 años, que también mostró este símbolo de la “Z” en su maillot, cuando subía al podio junto a otro deportista ucraniano que había ganado y escuchaba respetuosamente el himno de dicho país. Ahora mismo se encuentra con investigación en su contra y puede recibir una sanción según se ha dicho por mostrar este signo. Recordemos un signo que en ningún reglamento aparece prohibido ni censurado.

El punto sobre el que quiero incidir no es sobre el posicionamiento en este conflicto, (en el que nuevamente me muestro en contra), sino en que se está sancionando por elementos que no están reglados y a unos deportistas que desconocemos las presiones a las que están viéndose sometidos. Ninguno sabemos si Kuliak tiene familia en Rusia y teme consecuencias contra ellos si no muestra apoyo a un régimen, que según parece existe consenso en occidente, es dictatorial y verdaderamente peligroso con los disidentes políticos. No conocemos la situación personal a la que estos deportistas se enfrentan, ni la presión a la que seguro se tienen que estar viendo sometidos.

No nos paramos ahí, decidiendo que estas manifestaciones solo pueden ser en un sentido. Ahora le damos un nuevo giro y a deportistas que no juegan o participan con ningún club ruso y tienen la suerte de que su deporte es principalmente individual, como ocurre con el tenis, les vamos a empezar a exigir una declaración sobre sus pensamientos y opiniones. Además, no a todos los deportistas, discriminaremos por nacionalidad y solo se lo exigiremos a los rusos.

Andréi Rublev que uno de los primeros deportistas rusos en manifestar su «no war please» de una forma espontánea y valiente en cuanto empezó el conflicto y es loable. Sin embargo, algunos otros deportistas como Daniil Medvedev, han preferido permanecer en silencio y ahora su participación en Wimbledon peligra ya que el Gobierno británico y el All England Club se encuentran en conversaciones para vetar a los tenistas rusos y bielorrusos si estos no demuestran su rechazo a Vladímir Putin.

Insisto en que desconocemos, a que posible peligro o amenazas se pueden enfrentar estos deportistas al volver a su país o sus allegados si realizan estas manifestaciones. En cualquier caso lo más peligroso me parece, es que estemos dispuestos a aceptar que a unos individuos de manera discriminatoria por su lugar de nacimiento, se les exija realizar una u otra manifestación en este caso en contra de su país. No le exigirán esta declaración a Nadal, a Federer o a cualquiera de las otras decenas de tenistas que participen en este Grand Slam.

Nigel Huddleston, ministro de cultura del Reino Unido afirmaba; «Absolutamente nadie bajo la bandera de Rusia debería poder competir. Este es un tema muy importante porque muchos países no permiten a los representantes de Rusia competir. Sin embargo, en deportes individuales esto es más complejo». Hasta aquí puedo estar de acuerdo, donde entra el conflicto es cuando afirma “Tenemos que ir más allá. Necesitamos asegurarnos de que no apoyan a Putin y estamos considerando ciertos requisitos”.

Este es el principio avanzado de algo peor que la censura a la libertad de expresión, se intenta regular incluso la libertad de pensamiento y el siguiente paso cercano es cercenar una u otra ideología política en un país por qué una mayoría entienda que debe ser así y se hará bajo la bandera de proteger irónicamente la libertad y la no discriminación. Una reminiscencia macartista. No se puede combatir una dictadura y lo que puede ser considerado como una acción militar atroz contra civiles, con vulneraciones como esta sobre personas concretas y sus derechos individuales.

La industria del deporte es una maquina de negocio continua y un régimen u organización que este dispuesto a tomar estas medidas contra individuos concretos, es peligrosa para la propia industria.

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